Ingredientes
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3 carrilleras hermosas de cerdo
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4 zanahorias
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3 dientes de ajo
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1 Cebolla
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1 vaso vino tinto
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1 bote tomate triturado
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1 cucharada bovrilsirve una pastilla de caldo de carne
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1 pizca de tomillo
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1 pizca de romero
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sal y pimienta
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aceite de oliva
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Introducción
Hoy os vamos a dar una receta 2×1, la principal, que son unas estupendísimas carrilleras al vino con zanahorias en olla lenta, y la extra, que son unas patatas guisadas que se preparan partiendo de la salsa que nos sobre de las carrilleras. Es taaaaaan rica, taaaaaaaan sabrosa, que os vais a chupar los dedos y repetir todas las veces que os dejen 🙂 Así que ya sabéis, hoy toca también un poco de cocina de aprovechamiento.
Como siempre os decimos, la olla lenta tiene la capacidad de convertir piezas de carne que normalmente podrían quedarse duras o secas, en un auténtico manjar. Este plato es uno de los favoritos de casa, y lo preparamos con cierta frecuencia. No es nada complejo, aunque tiene un puntito de laboriosidad añadido, porque hay un par de pasos antes y después de la preparación en la crockpot. Vamos allá, porque esta receta merece todo esto y mucho más (y no os olvidéis de tener un buen pan a mano).
Preparación:
- Empezamos calentando un poco de aceite de oliva en una sartén y doramos ligeramente las carrilleras (no hace falta pasarlas por harina).
- Pelamos los ajos, la cebolla y las zanahorias, y las partimos en trozos (los dientes de ajo los dejamos enteros). Colocamos los vegetales haciendo una cama en la olla, y sobre ellas ponemos la cucharadita de bovril, el vino y el tomate triturado. Colocamos encima las carrilleras, añadimos sal, pimienta, el tomillo y el romero y programamos durante 7 horas en baja (como a mitad de cocción, yo remuevo todo un poco, para que se impregnen bien por todos los lados las carrilleras).
- Cuando termine el tiempo, retiramos las carrilleras y trituramos con una batidora de mano las verduras. Incorporamos la carne a la salsa y llevamos a la mesa con la guarnición que más nos guste (a mi me chifla la salsita con el arroz blanco).
- Ahora, el extra: con la salsa que nos haya sobrado de las carrilleras, podemos hacer unas fantásticas patatas guisadas. Para ello, ponemos la salsa en una cazuela alta, añadimos 500ml de caldo de pollo e incorporamos a la misma las patatas, que habremos pelado y escachado en trozos medianos, como de dos bocados.
- Llevamos a ebullición, bajamos a fuego medio-bajo y tapamos la olla casi por completo. En unos 20 minutos probamos el punto de la patata, y cuando estén bien cociditas (normalmente la salsa habrá vuelto a espesar como antes de añadirle el caldo) las tendremos listas para comer. Yo las suelo poner con un huevo duro, para hacer el plato más completo. ¡Que aproveche!