Ingredientes
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500 gr de anillas de calamar
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100 gr de harina de trigo
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1 pellizco de sal
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Aceite de oliva virgenpara freír
Introducción
¿Nunca os ha pasado que ponéis algo a descongelar, pensando qué vais a cocinarlo al día siguiente, y se os queda colgado por falta de tiempo o cambio de planes? Así estaba yo el otro día con estos calamares, que comenzaron siendo un proyecto de guiso, y acabaron siendo una versión sofisticada de un bocata de calamares, por culpa o por fortuna de una comida inesperada… total, que ahí estaban esos estupendos calamares, mirándome lánguidos en la nevera como diciendo “pues mañana ya estaremos pasados”… así que hubo que improvisar para la cena estas tostar de calamares.
No era plan de ponerse a hacer un guiso pesado para tomar por la noche, así que… ¡¡nada mejor que hacerlos fritos y bien crujientes!!
El truco para que queden tiernos por dentro y crujientes por fuera está en usar buen aceite de oliva, ponerlo bien caliente (que empiece a humear) y no dejarlos estar más de la cuenta… vamos a verlo en detalle.
Preparación:
En una sartén amplia ponemos un par de dedos de aceite de oliva virgen y lo llevamos al punto de que comience a humear (no más, que se quemarán los calamares).
En un plato mezclamos la harina con la sal y rebozamos en él las anillas de calamar, que previamente habremos secado un poco con papel de cocina (para quitarles el exceso de agua y evitar pegotes en la harina).
Freímos por tandas los calamares y los retiramos del fuego justo cuando se pongan doraditos (al cabo de un par de minutos). Los colocaremos en un plato con papel de cocina, para absorber el exceso de grasa.
Ya solo queda colocarlos encima de tostas del pan que más nos guste, y acompañarlos de un poco de mahonesa casera, limón… lo que más nos guste, ¡vaya pedazo de cena nos marcamos, veréis qué gozada de plato!