Ingredientes
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1 manojo de espárragos trigueros
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200 gr de gambas peladas
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6 huevos grandes
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1 chorro de aceite de oliva virgen
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Sal y pimienta
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Opcional: 1 chorrito de leche
Introducción
La combinación de huevos con verduras es una opción de comida o cena súper-completa por sus proteínas y vitaminas… y si no nos pasamos mucho con el aceite, además será un plato que tampoco vuela en calorías, así que definitivamente, lo tiene todo para triunfar este revuelto de espárragos con gambas.
El único truco es la temperatura de la sartén, y que ésta sea anti adherente, de verdad, vale la pena invertir en un buen menaje, porque los resultados entre una sartén vieja y en una nueva son como el día y la noche… ¡vamos al lío!
Preparación:
En una cazuela mediana ponemos agua a hervir, mientras entra en ebullición, partimos los espárragos trigueros (para saber qué parte es aprovechable, hay que cogerlos por un extremo en cada mano y doblarlos hasta que tronchen de forma natural, la parte que queda en la yema, es la que vale para cocinar, la otra podemos aprovecharla para hacer un caldo de verduras, por ejemplo).
Ponemos un poco de sal en el agua, añadimos los espárragos tiernos y los dejamos unos 5 minutos, para que pierda un poco de dureza. Escurrimos bien y reservamos.
En una sartén anti adherente ponemos un poco de aceite de oliva a calentar, agregamos las gambas peladas y doramos durante un par de minutos. Añadimos los espárragos y rehogamos juntos durante un par de minutos más (fuego medio).
Ahora es el turno de agregar los huevos (yo los casco antes en un vaso para comprobar que están en buen estado por si acaso, pero normalmente se cascarán directamente sobre la sartén… para gustos, colores). Añadimos sal, un golpe de pimienta y con una cuchara (de madera, preferentemente) vamos removiendo muy lentamente, dejando que cuaje un poco el huevo, sin que se seque.
Si queremos que el revuelto esté más cremoso, éste es el momento de incorporar un chorrito de leche (recomendable, pero no imprescindible), y ya solo queda probar el punto de sal, y dejarlo más o menos séquito en función de los gustos.
¡¡A la mesa, que aproveche!! Y si te gustan los espárragos, prueba este Gazpacho de Trigueros.