Ingredientes
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1 Lámina masa brisa redonda
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200 ml Nata para cocinar
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4 Huevos
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150 gr salmón ahumado o marinado
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80 gr queso azul
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200 gr emmental rallado
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sal y pimienta
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1 Pellizco de eneldo picadosirve fresco y también en seco
Introducción
Hay recetas que son tremendamente versátiles y que vale la pena tener como “fondo de armario” cuando vamos con prisa, o vienen invitados, o simplemente, no se nos ocurre qué hacer. Las quiches son una de esas recetas que admiten mil variantes diferentes (tenedlas muy en cuenta como base de recetas de aprovechamiento, por ejemplo). Hoy os traemos una receta de quiche que sorprende precisamente por lo diferentes que son sus dos ingredientes principales, el salmón y el queso azul.
Contrariamente de lo que pudiera pensarse en un primer momento, el salmón (también nos sirve trucha ahumada) casa perfectamente con el queso azul. El truco para que funcione es que el salmón tenga buena calidad y que no abusemos del queso. El salmón ahumado tiene más potencia que el marinado, pero en este caso, si somos también discretos con el queso tendremos un sabor con un puntito yodado maravilloso. En fin, sin dar más vueltas, vamos a por la receta.
Preparación:
Lo primero que haremos será precalentar el horno a 200º.
A continuación batiremos en un cuenco grande los 4 huevos, a los que les añadiremos la nata y seguiremos batiendo hasta que se integren ambos elementos perfectamente. Salpimentamos, agregamos el eneldo y reservamos.
Por otro lado, picamos el salmón y cortamos el queso azul en trocitos. Reservamos.
Extendemos la masa brisa sobre un molde de quiche (amplia base, paredes bajas y onduladas, que le dan su forma característica). Presionamos bien los bordes para que la masa se introduzca bien en las ondas de las pareces y pinchamos el fondo unas cuantas veces con un tenedor.
Ahora la receta tiene dos variantes, ya que se puede introducir el relleno en este paso y hornear, o bien precocemos la masa durante algunos minutos. Es recomendable hacerlo de esta segunda manera, para que la masa esté crujiente y bien horneada al término de la preparación (solo tenemos que introducirla durante unos 5 minutos en el horno, a ser posible con algo de peso en el fondo para que no se hinche. Unos garbanzos secos son perfectos).
Si tenemos prisa, en este momento ponemos el relleno de huevos y nata sobre la masa, colocamos el salmón y el queso de forma más o menos ordenada por toda la superficie y terminamos añadiendo el queso rallado.
Introducimos en el horno, bajamos a 180º y horneamos con calor arriba y abajo durante unos 35-40 minutos.
Una receta de 10 que en casa nos gusta tanto caliente como fría. ¡Que la disfruteis!