Ingredientes
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1 kg de filetes de polloSi son finos, mucho mejor
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1 trozo de parmesano de unos 60 gr
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100 gr aprox. de pan ralladoYo uso el que tiene perejil integrado en la mezcla, es muy sabroso
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2 huevos
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Aceite de oliva virgen
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Sal y pimienta
Introducción
Ah, las milanesas… ¿a quién no le gustan? Mi familia política es argentina, y no os podéis imaginar las lágrimas de alegría que me caen cuando hay comida familiar y veo que ponen esas fuentes gigantescas de milanesas encima de la mesa… (suspiro) 😉
En fin, que estos filetes de pollo empanado que tanto servicio dan recién hechos y calentitos, como fríos para tomar en bocadillos, o para completar en una ensalada césar, merecían una entrada en nuestro blog, y además, lo hemos hecho por la puerta grande, porque hemos mejorado el empanado… ¿queréis saber cómo? Pues vamos allá con la receta. Por cierto, este plato es de tal entidad que se merece incluso una entrada en Wikipedia.
Preparación:
Lo primero es preparar el rebozado, y para eso, rallamos el parmesano y lo mezclamos con el pan rallado (podemos usar parmesano molido, pero en polvo, no nos sirve ni en hilos ni en lascas). Lo ponemos en un plato hondo y reservamos
Batimos los huevos en un plato sopero, y reservamos también.
Salpimentamos los filetes, los pasamos primero por el huevo, y después por el pan rallado, que queden bien impregnados con el rebozado por todas partes (sed generosos con la sal y la pimienta, que se suele perder parte en el proceso).
En una sartén, ponemos a calentar un dedo de aceite de oliva y cuando empiece a humear, vamos friendo por tandas los filetes. Los dejamos que se doren un par de minutos por un lado, y lo mismo por el otro. Aquí hay que controlar el tiempo en función del grosor del filete, debe quedar jugoso y dorado, pero no seco, así que cuanto más fino sea, menos tiempo lo dejaremos en la sartén. Esto va también a favor del rebozado, que al llevar el queso se tuesta antes, y con un filete muy grueso, se nos puede llegar a quemar.
Cuando tengamos el punto deseado, los retiramos de la sartén, los ponemos sobre papel de cocina para absorber el exceso de aceite y los cubrimos con más queso rallado. Listas las milanesas para llevar a la mesa y sorprender deliciosamente a los comensales, ¡a disfrutar!