Ingredientes
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1 Malla de mejillones de roca
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1 Vaso de vino blanco (Albariño, Godello...)
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1 Cebolla dulce grande
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1 Hoja de laurel
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400 ml Tomate frito casero
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1 chorro de Aceite de oliva virgen
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1 buen chorro de Tabasco o un par de cayenas
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1 Perejil fresco picado
Introducción
Preparación:
Cada vez que preparo estos tigres rabiosos me vienen a la mente los que preparan en Os Tigres, en la rúa Torreiro de La Coruña. Allí, junto a la mítica Bombilla (no hay tapas mejores en la ciudad) podréis degustar unos pedazo de mejillones tigre de esos de caerse la lágrima por las mejillas del gusto. Esta receta se le aproxima mucho, así que os la vamos a dar para que podamos compartir todos ese momento “qué gusto, cómo pica” que nos priva a los amantes del picante 😉
Comenzamos picando lo más finamente que podamos la cebolla y el ajo, los rehogamos a fuego lento con el aceite de oliva en una cazuela grande, y mientras se pochan, ponemos el vino en una olla con una hoja de laurel y cuando rompa a hervir, ponemos los mejillones (previamente limpios de barbas) dentro.
Removemos durante un par de minutos hasta que se abran los mejillones y retiramos del calor. Les quitamos una de las dos conchas y reservamos.
En la sartén donde se han pochado los vegetales, añadimos el tomate frito casero y le añadimos el tabasco, guindilla o pimentón picante. Removemos bien, añadimos un poco del líquido de cocción de los mejillones y apagamos el fuego cuando rompa a hervir de nuevo.
Terminamos el plato cubriendo bien los mejillones con la salsa picante, y decorando por encima con el perejil fresco bien picadito.
Si podemos acompañar los mejillones con un vino blanco bien frío, estaremos en el paraíso… ¡Que disfruteis!