Ingredientes
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12 langostinos frescos
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130 gr de mantequilla
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3 vainas de vainilla
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Un pellizco de sal y pimienta
Introducción
Esta receta es de esas que luce mucho, te hace quedar como un auténtico chef, y luego es más sencilla que el mecanismo de un chupete 😉
El único tema importante para que esta receta salga bien de verdad es no utilizar esencia de vainilla ni sucedáneos, sino prepararla con auténticas vainas de vainilla… un poco más caro, es verdad, pero vale TANTO la pena…
En fin, vamos al lío, y por supuesto, no olvidéis darle mucho bombo al plato… alta cocina y esas cosas;
Preparación:
En primer lugar, tenemos que fundir la mantequilla. Podemos hacerlo cada pocos segundos en el microondas, o bien al baño maría o incluso a fuego lento, directamente en la sartén.
Ahora agregamos la vainilla en rama y la cortamos en trocitos. Lo mezclamos con la mantequilla en estado líquido y lo dejamos infusionar unos minutos.
Lo ponemos en una sartén y calentamos a fuego lento (si subimos mucho la temperatura se quemará la mantequilla y habrá que volver a empezar).
Agregamos ahora los langostinos y los doramos a fuego lento, dándoles la vuelta de vez en cuando para que se hagan bien por los dos lados. Terminamos dándoles un golpe de sal y de pimienta, y emplatamos…. lo dicho, que vamos a quedar como reyes con cero esfuerzo, ¡esperamos que os gusten!