Ingredientes
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1 codillo hermoso
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1 vaso de vino blanco
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1 vaso de agua
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3 dientes de ajo
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Unos cuantos granos de pimientaYo uso negra, usad la que más os guste
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2 hojas de laurel
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Unas cuantas ramas de perejilFresco, claro
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Aceite de oliva
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Sal
Introducción
Bueno, la receta de codillo al horno de hoy es de las de invitar a los suegros, a los jefes, o a esos amigos perfectitos que siempre lo hacen todo bien, y marcarles un gol por toda la escuadra. Este codillo, bien acompañado por unas patatas a lo pobre, un puré de calabaza, o simplemente una ensalada lucida, os harán entrar en el hall de la gloria de los cocinillas… Vamos allá…
Preparación:
Hay dos temas importantes a la hora de preparar el codillo y que salga perfecto. Una es “la cama” que le haremos al codillo, y la segunda, la temperatura del horno.
En primer lugar, precalentamos el horno a 250º, y mientras toma temperatura, cogemos el recipiente en el que vayamos a preparar el codillo (una cazuela de barro le da el toque y la presentación perfecta, pero sirve una fuente de Pyrex perfectamente) y hacemos una base con el perejil (bien lavadito) y los dientes de ajo.
En cuanto a los ajos, deciros que hay varias formas de usarlos… unos untan toda la bandeja con ellos y los colocan sobre el perejil, otros los introducen entre los cortes del codillo (si es que viene con cortes, lo cual es recomendable, sobre todo si la pieza es grande) y por último están los que sofríen ligeramente los ajos y los colocan bajo la carne. Yo los suelo poner crudos en los cortes de la carne, y si tengo ajos confitados, mejor que mejor.
En fin, elegida la forma de usar los ajos, y ya hecha “la cama” del codillo, pasamos a untar la pieza con aceite de oliva. Cuando esté bien untadito, pasamos a salpimentarlo. No seais tímidos con la sal, que el codillo tiende a quedarse un poco soso. Los granos de pimienta yo los froto contra la carne, los introduzco en los cortes y algunos los pongo también sobre el perejil y los ajos.
La cocción:
Para terminar, agregamos el vasito de vino y un poquito de agua, reservando una poquita para más adelante en la cocción.
Tenemos ya vestido el codillo para un día de gloria, así que ahora toca llevarlo al horno. Como os dije, ésta es otra de las claves para que quede tierno y rico.
Empezamos horneando la carne durante 40 minutos con el horno a tope a 250º, de ahí le damos la vuelta a la pieza, bajamos la temperatura a 190º durante 40 minutos más, y entonces tocará darle una última vuelta al codillo, y guisarlo durante 30 minutos más a 170º. Al cabo de ese tiempo, apagamos el horno y lo dejamos reposar 20 minutos más. En este proceso tan largo es probablemente que nos vayamos quedando sin salsa, así que podremos ir agregando el agua que teníamos reservada a demanda de la carne.
Una vez terminado el proceso, solo queda llevar a la mesa con la guarnición que hayamos elegido y dejar a todo el mundo boquiabierto y satisfecho… ¡¡que disfrutéis del banquete!!