Ingredientes
-
800 gramos de pollo cortado en trozos (para haceros una idea, de un muslo sacaríamos dos porciones)
-
50 ml mojo criollo (ver receta)
-
Sal y pimienta negra recién molida
-
Aceite de girasol (sirve también de oliva)
-
100 gr de harina
Introducción
¿Os gusta el pollo frito? Seguramente conoceréis la versión americana, que dicho sea de paso, está buenísima, pero a lo mejor no habéis probado nunca los chicharrones de pollo cubanos… y señores, es una auténtica delicia.
Este plato no tiene ninguna dificultad, lo único que tenéis que tener en cuenta es que debe reposar dos veces, una durante el marinado, y otra, antes de freírlo, cuando lo hemos pasado ya por la harina… si seguís los pasos de esta receta, vais a goooozar de un plato crujiente y sabroso…vamos allá.
Preparación:
En primer lugar, ponemos las piezas de pollo en un recipiente y regamos con el mojo criollo. Lo removemos bien para que se impregne por todas partes y lo dejamos macerar durante toda una noche (o al menos 4 horas). Yo lo suelo dejar o bien en un tupper cerrado (para evitar olores) o envasado al vacío.
A continuación, sacamos las piezas del mojo, escurrimos y secamos un poco la superficie con papel de cocina (se hace así para evitar que salte el líquido en contacto con el aceite al freír).
Pasamos los trozos de pollo por harina, retiramos el exceso y lo volvemos a llevar a la nevera durante una hora.
En una sartén, ponemos a calentar el aceite de girasol (sirve el de oliva, pero para no tapar los sabores del majado, se suele usar el de girasol, que es más suave) y cuando empiece a humear, agregamos las piezas de pollo. Bajamos un poco el fuego y vamos dorando la carne 2-3 minutos de cada lado, hasta que se dore de forma homogénea por todas partes.
Es importante no tener el fuego muy alto y no tener mucha prisa para freír, y es que el pollo es una carne que necesita un tiempo para estar bien hecha, y si vamos con fuego muy fuerte se nos va a quedar cruda por dentro aunque parezca tostadita por fuera.
Cuando esté listo, retiramos a una bandeja con papel de cocina para absorber el exceso de aceite y ya podemos disfrutar como enanos de un bocado crujiente y suculento… ¡¡arriba los chicharrones!!