Ingredientes
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½ repollo grande (o un repollo pequeñito)
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4 patatas
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1 hueso de espinazo salado
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1 trozo de unto
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1 hueso de jamón
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1 chorizo
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1 bote de cristal de judías blancas cocidas
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Agua
Introducción
Hoy os traigo una nueva receta de la cocina tradicional gallega, pero preparada en una olla lenta. Se trata de un caldo de repollo, que a mi me gusta casi más que el de grelos, y que queda sabrosísimo en la crockpot. No tiene ninguna ciencia, solo un truquito para simplificar la receta que ahora os voy a contar… ¿empezamos?
Preparación:
De verdad que a veces estas recetas son tan sencillas que hasta de un poco de reparo ponerlas por escrito, pero ahí va.
Cortamos el repollo en trozos, pelamos las patatas y las escachamos en trozos de bocado, y cortamos el chorizo en rodajas gruesas.
Ponemos los huesos, el chorizo, las patatas y el repollo en la olla (aunque abulte el repollo no pasa nada, luego se reduce muchísimo y cabrá de sobra) y ponemos el unto (con un trozo del tamaño de una nuez será más que suficiente).
Cubrimos totalmente de agua y programamos durante 6 horas en low. Al término de la cocción, comprobamos que las patatas y las verduras están tiernas, ajustamos de sal (el hueso de espinazo debería aportar la sal suficiente, pero por si acaso), y solo tenemos que añadir la mitad de las judías blancas del bote, previamente escurridas. Removemos y a la mesa directamente… ¡¡un plato de campeonato!!
Nota: Evidentemente, se pueden cocer las judías junto con el resto de las verduras y el resultado es fantástico. Lo hago de esta manera para evitar diferentes tiempos de cocción, tener que espumar el caldo, etc.